martes, 20 de diciembre de 2011

De ser feliz y no.

Siempre me pasa lo mismo, y siempre término diciendo "Ay, sí, ya no me importa" y me asusta pensar que un día de éstos de verdad ya no voy a sentir nada. Porque puta mala suerte, o destino o cosmos, ya no sé.

Pero desde luego que siento, y mucho. No es fácil olvidar esa clase de cosas, y con el tiempo esos recuerdos se vuelven irreales, los ves lejanos. Es ahí cuando comienzo a preguntarme: ¿De verdad pasó?. Puros sentimientos lindos esa vez. Precioso el intermedio.

¿Y los días anteriores? ¿Y lo que siguió después? Esos no son bonitos recuerdos, duelen y parecen más vívidos que los buenos. Porque siempre me pasa lo mismo y no sé porqué.

Entonces llega el día en que de verdad ya no duele recordar, el día en que te das cuenta que la persona que te hirió resultó más lastimada que tú. Y te das cuenta que no tomó tanto tiempo sanar la herida, es que tantos golpes da la vida, que terminas volviéndote más resistente. Es ahí cuando puedes suspirar y por fin sonreír.

Porque después viene alguien con la frase de: "Sé feliz" cliché que has escuchado una y otra vez, que no acabas de creer, pero que por alguna extraña razón ese día penetra las barreras auto-impuestas y cual pluma que mece el viento, así de suave, se instala en alguna parte de ti ¿En el corazón? ¿En eso que llaman alma? Tal vez fue quien te lo dijo, o la forma, o quizá que fue en el momento justo.

Y en ese instante me doy cuenta de que mis temores son infundados, porque siempre voy a ser hipersensible.

Y de cierta forma eso es bueno.

martes, 15 de noviembre de 2011

Síncomas

Me duelen los ojos y pienso qué estoy haciendo ya estoy cansada ni voy a estudiar me está dando hambre otra vez escribo sin comas trato de desahogarme y qué pensaría mi maestra de lectura y redacción y de grande quiero ser como ella y definitivamente si tengo hambre mejor debería ponerme a repasar lo de química porqué no hice lo de dibujo antes y es como si hablara muy rápido pero ni estoy diciendo nada y maldito síndrome de déficit de atención que haces que me distraiga y maldito también el insomnio que no llega cuando debería y malditas canciones en mi mente y malditos exámenes para que existen y ya me quiero dormir pero todavía me tengo que bañar no he estudiado nada creo que voy a reprobar carajo se me perdió el formulario para qué escribes si nadie lee esto y piensas en plantas pero ya qué no importa.

lunes, 10 de octubre de 2011

Verde panza.

"...No vale nada la vida, la vida no vale nada..."

Siempre he dicho que un día me voy a ir de aquí. Estoy a punto de cumplir dieciocho años, estoy a punto de irme a la universidad, estoy a punto de dejar este lugar.

Iré a uno menos soleado, más gris, más frío de clima, pero más cálido para el corazón.

Aquí, donde se apuesta la vida, voy dejando migajas de pan, porque a pesar de todo siempre voy a regresar.

Siempre voy a recordarte como una ciudad compañera, no como amiga (nunca hemos sido tan íntimas).
Voy a extrañar ver llover, y tus calles mojadas después, caminar por la Madero y tus stickers en la  señales.
Tus conductores malhumorados, tus casas a medio derrumbar. Voy a extrañar tu biblioteca, y a los niños bañándose en tus fuentes.
Voy a extrañar los jardines en donde los amantes son infieles, y esas construcciones ignoradas en el centro.
También extrañaré a los que  cantan en tus camiones (siempre las mismas canciones), extrañaré ver un templo en cada esquina.
Voy a extrañar tus helados en espiral, y tus galerías tristemente vacías. Extrañaré las cafeterías sonrientes, y hasta creo que extrañaré las peleas afuera del estadio.
Y cómo no extrañar los graffitis que me miran pasar, tus tianguis los domingos (y toda la semana), tus mercados que poco frecuento.
Y las guacamayas en el parque, y las nieves de San Juan de Dios, los  globos de tu festival y el frío de tu feria. Creo que hasta extrañaré el terrible olor a tenería.

Todavía falta tiempo para irme, pero antes, quiero darte las gracias, compañera. Porque me has visto llorar y reír, correr, saltar, jugar y caer. Aunque nunca creí que te pudiera escribir.

Gracias ti que me has visto crecer, que me verás partir, y regresar también.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Extrañamente azul

En inglés, cuando alguien se siente "azul" (blue) significa que se siente triste, hoy, les digo que me siento feliz, feliz y azul.

Me siento flotar, siento que camino entre algodón de azúcar, fragancias exquisitas invaden mi olfato.

Normalmente odio los domingos (que por alguna razón siempre me han parecido amarillos). Hoy no, hoy todo parece congelado en la más infinita serenidad, sin caer en lo monótono o desesperante.

Siento que vuelo en una burbuja, que nada está mal, siento que por fin todo en mi vida se encuentra bien. Poco me importa si es una perfección efímera.. La voy a disfrutar.
Porque hoy me encuentro bien, y tengo sobre mí un cielo extrañamente 
azul.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Arena

Quiero perder el tiempo, sólo para que me ayudes a encontrarlo y juntos extraviarnos en una espiral de arena infinita.
Colgar un columpio de él, y observar desde nuestra nube a la gente pasar, siempre gris, siempre igual.
Y percibir la fluidez de tus colores en movimiento, de tu cabello danzando con el viento.
Construir con tus sábanas lo que para el resto del mundo murallas inquebrantables serán, teniendo la plena seguridad, de que simples dunas para nosotros van a representar.
 Fundir nuestros cuerpos, tornarnos en uno solo, desintegrarnos para hacernos polvo, arena. Y entonces, ir al mar, y perdernos en su infinidad.

martes, 30 de agosto de 2011

Quiela

Sentirme como Quiela, desesperadamente escribiéndole a Diego, sin una respuesta. Unas cuantas líneas salidas, en tu caso, de tu boca, como a ella me hacen soñar e imaginarme diez, cien, mil cosas.

Darle un sentido hasta a el más insignificante monosílabo....

No saber si tus "Te quiero" son reales...suponer que sí, fantasear que sí, querer creer que sí...

Querer... Quiero que dejes de quererme de la forma en que me quieres, y empieces a quererme de la forma en que te quiero.

Porque como Quiela, me encuentro dibujando, y al igual que ella siento que en cualquier momento podría borrarme con facilidad...

Yo no te escribo cartas, pero imagina que las teclas con las que escribí esto son el lápiz, y este espacio es el papel.

Las letras son letras, sin importar en qué y cómo estén plasmadas.

Y mi cariño es cariño...

lunes, 29 de agosto de 2011

Absorbent. (O la sonrisa rota)

"Absorbent" es el título de una obra de un artista mexicano llamado Sebastián Beltrán. Consiste en un cuadrado de esponja cortado con láser, en el que se aprecia una vista aérea de una ciudad.

Y comienzo diciendo esto, porque el mensaje es claro, puede ser cualquier ciudad, de cualquier país, de cualquier continente.

Y me asusta la idea de que para el mundo soy una persona más, de cualquier ciudad, de cualquier país...

Viajo en el transporte público (al que ya no le cabe un alma más), con la desagradable sensación de los pechos de una señora gorda aplastándome la espalda, y mi estomago clamando por comida, aplastado contra un tubo. Escucho el aire acondicionado, que más que refrescar fastidia con un incesante ruido.

Por fin llego a la parada donde me tengo que bajar, y me doy cuenta que, de haber esperado tres minutos más, pude haber ido sentada. Me resigno.


Y me pongo a pensar que vivo mi vida con una estúpida prisa, tratando de hacer mil cosas bien, para terminar dejándolo todo a medias, o mal. Para personas que no aprecian lo que hago por ellas, o peor aún, que ni siquiera lo notan, porque suponen que es mi deber.

Hoy es uno de esos días que todos tenemos, en lo que nada sale bien, en los que para mí, significan sentirme una más del montón, y darme cuenta de que nada en mi vida está como debería, o como yo quiero que esté. Y siento que vivo en arenas movedizas, porque mientras más lucho, más me hundo.

Y termino comparándome con el gato de Cheshire, quien aún después de haber perdido la cabeza, continúa sonriendo...